Campaña creada por Ser Mujer Construyendo Igualdad AC
Antecedentes
Históricamente, la desigualdad y la discriminación han colocado a la mayoría de las mujeres, en condiciones de desventaja social, económica y cultural, identificándose como un problema que impacta en todas las sociedades del mundo y que tiene sustento en la construcción social de género.
La desigualdad generada a partir de ello, ha sido un factor determinante en la falta de toma de decisiones relevantes de las mujeres debido a la falta de reconocimiento y la invisibilización a sus aportes, teniendo repercusiones desfavorables en la vida política, económica, histórica y social. Sin embargo, no debemos perder de vista que la desigualdad entre mujeres y hombres es cultural y forma parte del aprendizaje de la dicotomía en el que la sociedad valora lo masculino e infravalora lo femenino y todo lo relacionado con ello.
Lo anterior ha redundado en una división sexual del trabajo con roles y espacios muy establecidos para mujeres y hombres, dificultando que las primeras accedan al espacio público, estableciendo derechos diferenciados entre unas y otros, casi siempre con privilegios para ellos. Pero la condición de género toma dimensiones especiales, cuando hablamos de grupos de edades; ser mujer y ser joven o adolescente, no tiene las mismas implicaciones ni dimensiones sociales, respecto a quienes no lo son.
Los adolescentes y jóvenes son el grupo poblacional más extenso en nuestro país. De acuerdo a la última Encuesta Intercensal del INEGI 2015, la población de 10 a 14 años, representa el 4.8 por ciento del total de la población; mientras que el 4.5 por ciento de la población se ubica entre 15 a 19 años. Siendo esta la más vulnerable a embarazos tempranos y deserción escolar.
Los datos del INEGI sobre embarazo de adolescentes de menos de 20 años reportan el porcentaje más alto entre los años 2012 y 2013 con el 19.4 por ciento, descendiendo en 2017 al 17.9 por ciento, pero manteniendo un incremento significativo, pues en 1997 había una incidencia de embarazo adolescente del 16.3 por ciento; lo que ubica a México, según la Organización Mundial de la Salud como el país con más embarazos en niñas menores de 15 años en el mundo, lo que refleja la ausencia de políticas públicas y estrategias eficientes que permitan prevenir embarazos no deseados.
En Guerrero, los jóvenes representan más de la cuarta parte de la población; de acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015, la población de entre 15 y 29 años de edad era de 920 mil 272 personas, de las cuales el 39% eran adolescentes de entre 15 y 19 años; 33.8% jóvenes entre 20 y 24 años y 27.2% personas entre 25 y 29 años de edad.
Por su parte, la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica, ENADID 2014, señala que el 68.1% de las Mujeres Jóvenes de 15 a 19 años ha iniciado su vida sexual; de ellas 63.0%, no utilizó un método anticonceptivo durante su primera relación sexual porque “no conocían los métodos, no sabían dónde obtenerlos o cómo usarlos” (28.7%); 26.5 deseaba embarazarse; 20.9 no planeaba tener relaciones sexuales; 14.3 no creyó que podía embarazarse y 9.6% mencionó diferentes razones o no respondió.
Aunado a lo anterior, la Encuesta Intercensal establece que el 15.3% de las adolescentes ha tenido al menos un hijo nacido vivo, conforme avanza la edad, el porcentaje de jóvenes que ha tenido al menos un hijo nacido vivo aumenta a 52 de cada 100 jóvenes (52.2%) de 20 a 24 años tiene al menos un hijo nacido vivo y esta proporción llega a ser de siete de cada diez (72.8%) entre las que tienen 25 a 29 años, la mayoría de estas (67.4%) tienen uno o dos hijos nacidos vivos.
Al respecto hay que señalar que de acuerdo a la consulta técnica de la Organización Panamericana de la Salud y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), por sus siglas en inglés, entre otros, para “Acelerar el progreso hacia la reducción del embarazo en la Adolescencia en América Latina y el Caribe, el embarazo temprano tiene un “efecto profundo” en la trayectoria de vida de las adolescentes, pues obstaculiza su desarrollo psicosocial, se asocia a resultados deficientes en materia de salud de ellas y sus hijos y repercute negativamente en las oportunidades educativas y laborales.
En México 9 de cada 10 adolescentes han sufrido algún tipo de violencia en el noviazgo; según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo tres de cada 10 denuncian el maltrato, mientras el resto considera que estas conductas son normales.
Según la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo (ENVINOV) detectó tres tipos de violencia en las relaciones de noviazgo que establecen las y los jóvenes entre 15 y 24 años: la física, la psicológica y la sexual.
Esta campaña tiene sustento en la Agenda Metropolitana para frenar la Violencia Contra las Mujeres, en su Estrategia 1, Objetivo Específico 1. Cultura de Igualdad y Multiculturalidad, que tiene como objetivo: Difundir en todos los niveles educativos, los derechos sexuales y reproductivos, desde una visión laica y basada en evidencia científica para que las niñas, mujeres y adolescentes consideren la Perspectiva de Género y los derechos de las disidencias sexo genéricas.